PEREZA

Que no me hable nadie, que no venga nadie, que hoy solo quiero estar conmigo. Ocupar mi yo más íntimo, ese que sólo conoces tú. Restregarme entre las sábanas, inundarme de gusto, de ganas y mantenerme al margen de todo lo que conlleve un pensamiento más allá de tí. Sentir la ausencia de un: “por aquí no es” de un “¿dónde estabas?”, de un “¿lo hiciste?”,… y ser simplemente yo, un “yo” que desde hace algún tiempo no es más que una mitad, esa mitad imperfecta hecha a tu medida.

Sentirme bien siendo una valiente con actitud cobarde, y disfrutar de la vagueza en estado puro. Olvidar eso de dar explicaciones de todo a todos, apagar el despertador cuando me grite para hacer algo que sea la hora que sea nunca será el momento y hacerlo mientras aprendo a tocar contigo los siete cielos del primero al último.  

Gracia Rodríguez.-