martes, 20 de diciembre de 2011

Va por tí maestro !!!


Porque un hombre que se deja la piel en su destino merece un respeto. Alguien que no se ha rendido, que lucha y lucha y lucha sin parar, y lucha por la vida, para demostrar y demostrarse que todo valió la pena. Que las heridas en su rostro destrozado son sólo cicatrices de quien se lo dio todo.  Quisiera que leyeras esto. Darte mi apoyo. Decirte que llore al verte, que lo hice porque tú no merecías algo así. Porque la vida no es fácil ni justa pero se paso contigo, la muy puta. Que saldrás adelante porque tienes todo lo que debe tener un ser humano que es, entre muchas cosas, CORAJE. Que ya no sé si me ciega la pasión o la subjetividad pero al fin y al cabo nunca pedí ser objetiva, y a mi alguien que tras el dolor no olvide dar las gracias y recuerda la palabra perdón, alguien así, me gana. Que el dolor no podrá contigo, que la pena no está a tu altura y que al desconsuelo le hacen falta muchos palmos para llegar al que ha sido hasta ahora, tu cielo. Tu vida pide a gritos una oportunidad y debe tenerla. No te falles nunca. Ah, y por tu rostro… fuiste guapo siempre, lo seguirás siendo a los ojos de todo aquel que te mire. Ánimo, ánimo y VIDA.
Gracia Rodríguez.-

lunes, 19 de diciembre de 2011

Otra vez...

Hola Señor. Hola Señora.
Hacía mucho que no hablábamos ¿Cuánto? No sé, un par de meses quizás.
Pero claro…Navidad, maravillosa Navidad. Y nos encontramos. Y la misma pregunta de todos los años: ¿Vas a salir este fin de año?


Ambos sabemos que mi vida le importa muy poco. Sólo para criticar lo diferente que es de la suya. Pero en fin, usted necesita preguntarlo cada nuevo Diciembre. ¿De verdad necesita una respuesta? ¿De verdad se sentirá mejor si le digo que sí? No sé por qué, pero tengo la sensación de que el placer que experimentará será mayor si le dijese que no. Entonces, ¡ay!, entonces sí que sería feliz y con una sonrisa me dirá: “Si sólo tienes “ventipocos”, no sabes disfrutar de la vida”.


Si usted lo llama disfrutar a comprar un vestido que no volveré a ponerme, mantenerme seis horas en unos zapatos de tacón que no soporto, aguantar hipócritas que esa noche me quieren tanto (tantísimo) que el resto del año no recuerdan que sigo aquí, pagarle a una discoteca 50€ para sólo beber una botella de agua (aún no he perdido la cabeza tanto como para pagar el litro de agua a 100€) y estar tan apretujada que casi me puedo emborrachar con el aliento de los demás.


Perdone, pero voy a decirle que es para mí disfrutar de la vida: Es levantarse cada mañana con una sonrisa en la cara. Pasar una tarde leyendo un buen libro mientras escucho llover. Ver una película con magnífica compañía. Disfrutar de mis amigos, de mi familia, de Tina, disfrutar de él. Merendar con Mª Gracia mientras Dolo le riñe a Mandy. Escuchar a mi padre repetir trescientas veces lo mismo a lo largo del día mientras mi madre está sentada a mi lado. Disfrutar la vida es tener, como una vez leí, gente a tu alrededor que pregunta cómo estás y espera a escuchar la respuesta. Disfrutar de la vida significa saborearla, caminar despacio y no vivirla deprisa.


En fin Señor. Ya lo ve Señora. Que sencillamente, haré lo que me dé la gana.

B.S.N

martes, 6 de diciembre de 2011

... del resto !!!!


Le hizo falta una mañana gris para darse cuenta de lo poco que lucen las lágrimas en su rostro. Buenas dosis de mal amor durante años. Mucho desgaste emocional que sabe a mentira. Una gran cajita de reproches recién hecha y luego, como por arte de magia, ya lo tienes, tachán, perfectas cicatrices de heridas aún abiertas que, no te apures, se encargan de recordarte cómo esa lucha diaria que juegas con el olvido tiene ya un perdedor. Te doy una pista. Siempre fue diferente al resto, sin embargo luchó sin descanso por ser uno más. El ritmo de lo cotidiano destruyó su mundo ideal de relojes de arena. Arena de una playa donde sus pisadas no son más que el reflejo de un nadie vacío que vive despistado ante su exclusividad. El diferente. El retraído. El que habla poco porque últimamente no encuentra a nadie con quien hablar. El que mira de reojo por miedo a ver lo que otros no ven. El que sigue alerta a tus respuestas. El que sólo plantea preguntas. El único capaz de encontrar las siete diferencias en tu imagen perfecta. El negado del resto. El primero para ti.
Gracia Rodríguez.-