lunes, 19 de diciembre de 2011

Otra vez...

Hola Señor. Hola Señora.
Hacía mucho que no hablábamos ¿Cuánto? No sé, un par de meses quizás.
Pero claro…Navidad, maravillosa Navidad. Y nos encontramos. Y la misma pregunta de todos los años: ¿Vas a salir este fin de año?


Ambos sabemos que mi vida le importa muy poco. Sólo para criticar lo diferente que es de la suya. Pero en fin, usted necesita preguntarlo cada nuevo Diciembre. ¿De verdad necesita una respuesta? ¿De verdad se sentirá mejor si le digo que sí? No sé por qué, pero tengo la sensación de que el placer que experimentará será mayor si le dijese que no. Entonces, ¡ay!, entonces sí que sería feliz y con una sonrisa me dirá: “Si sólo tienes “ventipocos”, no sabes disfrutar de la vida”.


Si usted lo llama disfrutar a comprar un vestido que no volveré a ponerme, mantenerme seis horas en unos zapatos de tacón que no soporto, aguantar hipócritas que esa noche me quieren tanto (tantísimo) que el resto del año no recuerdan que sigo aquí, pagarle a una discoteca 50€ para sólo beber una botella de agua (aún no he perdido la cabeza tanto como para pagar el litro de agua a 100€) y estar tan apretujada que casi me puedo emborrachar con el aliento de los demás.


Perdone, pero voy a decirle que es para mí disfrutar de la vida: Es levantarse cada mañana con una sonrisa en la cara. Pasar una tarde leyendo un buen libro mientras escucho llover. Ver una película con magnífica compañía. Disfrutar de mis amigos, de mi familia, de Tina, disfrutar de él. Merendar con Mª Gracia mientras Dolo le riñe a Mandy. Escuchar a mi padre repetir trescientas veces lo mismo a lo largo del día mientras mi madre está sentada a mi lado. Disfrutar la vida es tener, como una vez leí, gente a tu alrededor que pregunta cómo estás y espera a escuchar la respuesta. Disfrutar de la vida significa saborearla, caminar despacio y no vivirla deprisa.


En fin Señor. Ya lo ve Señora. Que sencillamente, haré lo que me dé la gana.

B.S.N

No hay comentarios:

Publicar un comentario