Poesía !

Barrunto el modo de conseguirlo.
Reconstruir el pasado,
robarle al tiempo el regalo que le entregué,
atravesar el crepúsculo que me susurra tu nombre al oído
mientras acaricio la sonrisa que guardaste bajo la almohada.
La misma sonrisa que por fin ya no llora.

Yo recupero lo desandado
esperando al final de la calle mientras
acuchillo tu ausencia que reclama primaveras.

Habrá un comienzo.

En las losetas que pisabas cuando ibas a la escuela,
en los semáforos que cambiaban de color para poder verte,
en las moscas que dejaban su azúcar para sobrevolarte,
en el lápiz que espera tu mano para volar,
en el sueño transido de la noche que le permita encontrarte y
en los gusanos que se alimentan de ti para marchar.
Y buscarme.

Hubo un final.

En él la muerte ríe bajo todas las baldosas
arrullándome que ya todo está perdido.
Pero ella no sabe que en la muerte estás tú.
Allí tu abrazo infinito desnudando rosas.
Aquí tu sonrisa marchitando girasoles.

Siempre actuando los mismos personajes.

El bosque que sonríe porque sabe que tus lágrimas nutrirán millones de amapolas.
El bisturí que llora porque no volverá a ver jamás tu piel de salamandra vestida de luto.
El cuchillo que acaricia tu brazo soñando ser cuchara.
El espejo que traspasa tu alma vislumbrando encuentros, venganzas y crucigramas.
Tus piernas que no entienden de mareas y oleajes,
no distinguen pleamares,
no saben nada de caracolas, cangrejitos y corales.
Las mismas piernas que gritan en silencio y se ahogan en un mar de ceniza.

No queda más que engañar al abecedario.

Colocaré vocales que obstruyan todos y cada uno de los hormigueros,
mayúsculas en todas las puertas y ventanas,
acentos en tus tres consonantes
e interrogantes en tu cabello.
Las comas se derramarán por tu nariz y se suicidarán en tu boca,
inundaré tu infancia de paréntesis,
pondré puntos suspensivos en todos mis nombres
y cabalgaré sobre exclamaciones cansadas de chillar.

Sin final y con principio.
Como Jano ha soñado.


T.C.