miércoles, 8 de diciembre de 2010

Sólo para mis ojos y para mí !!

Él no calla, él silencia.
Él no habla, él entona.
El no escucha, él te espera al final de cada frase.
Él no mira, él toca con esos ojazos que Dios le ha dao.
Él no te abraza, él te arroja a sus brazos.
Y tampoco besa, en todo caso te arropa en sus labios.
A él no le expliques lo que es volver, porque él siempre va.
No le hace falta que lo entiendas.
Ni que lo comprendas.
Ni tan siquiera que lo compartas.
Él no espera nada.
No le pidas medias tintas, porque fue él quien se bebió el tintero.
No le sigas la corriente. Cuanto más te acostumbres, peor será el olvido.
Él no camina, el mueve el mundo a sus pies. Y cuando lo hace, o te apartas o te aplasta.
Huye del compromiso porque sabe comprometerse.
Huye de las cadenas porque sabe como encadenarse.
Y huye de lo que le persigue porque prefiere perseguir de lo que rehúye.
Él ni es mentira, ni es verdad.
Si la respuesta es él, cualquiera pudo ser la pregunta.
Y si fue él la pregunta respondas lo que respondas te equivocas.
Para confiar en él hay que empezar por desconfiar en uno mismo.
Quererse poco, flojito, de lado y sin querer.
Volverse un nadie cualquiera.
Borrarse la cara de vergüenza.
Algún día si sufres de suerte puede que te encuentres con él.
Si lo hace, por favor dale las gracias.
Dile que lo he podido olvidar hasta donde se me ha roto el recuerdo.
Mientras tú se lo dices, yo te espero aquí.
Ah, y no te preocupes.
Te guardaré las lagrimas que necesites.
Seguro que aún me sobran para dos.
R.M -

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