Esta mañana mientras paseaba a Mandy recordé un comentario muy singular que me hizo una persona hace años. En su momento me quedé algo molesta incluso ofendida acerca de sus palabras. Yo, que detesto a todo aquel que baila el agua, que no dice lo que piensa, a ese “uno más” de la manada, hoy sonreía al volver a pensar en semejante manifestación de cobardía, eso sí, profesional.
¿Conoces a algún “pelota”? te advierto que tienen forma de persona aunque su fondo sea hueco, la carcasa es humana, créeme. Son esos que se esfuerzan por caer bien. Una vez leí “quién intenta caerte bien es porque pretende sacarte algo”, y desde entonces temo a los que siempre me devuelven la sonrisa ^^… el pelota te ve como un objeto al que atraer, se hace notar. Opina como el resto pero ante ti sus palabras cambian, casi siempre para bien. Suele decir lo que deseas escuchar y añado lo de “suele” porque pocas veces dice algo. Normalmente asiente con la cabeza y piensa. Ah, ¿pero piensa? La respuesta es “si”, piensa lo que no dice, pero eso es pensar al fin y al cabo.
Se arrastra pero permanece en pie. Está siempre dispuesto a agradarte todo aquello que detesta y lo peor de todo es que en su interior justifica su actitud. Un poco fuerte lo último, ¿verdad? XD Por razones como ésta yo reivindico lo imperfecto, lo difícil, lo inestable. Desecho cualquier balance emocional, sentimental o amoroso (el sinónimo a gusto del consumidor). Lo que siempre va bien en el fondo todos sabemos que va mal, y lo que va mal… lo que va mal nunca puede ir a peor porque es de ahí de donde salió. Defiendo el criterio, la opinión, tu propia voz que no deja de ser otra cosa que tú mismo; y a mí eso no es que me guste, a mi eso me hace adorable XD.
- Ah, lo olvidaba, ¿me traes un café?
- En cinco minutos señorita …
Gracia Rodríguez.-
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